Presentaciones y toma de decisiones

Utilizar presentaciones como fuente de verdad es un riesgo empresarial que debe identificarse y abordarse. La gente se vuelve creativa con la narrativa y omite hechos esenciales. Para algunos es demasiado tentador.

El objetivo de un presentador es generalmente brillar y ser breve frente a un tomador de decisiones para, con suerte, complacerlo, no antagonizarlo, e influir en alguna acción.

Algunos líderes hablan de: Sé breve, sé brillante, sé ido, como su lema para tratar con los presentadores en su desfile diario de reuniones con diapositivas de PowerPoint. “Sé breve, sé brillante y vete” es el título de un libro de ventas de productos farmacéuticos. Creemos que refuerza la idea de que las diapositivas de presentación son excelentes para las ventas, no para quienes toman decisiones empresariales.

Las presentaciones de PowerPoint tardan demasiado en desarrollarse y solo se utilizan durante unos minutos; si no generan ventas, ¿por qué transferir información desde su fuente a una diapositiva de presentación? Transferir información sin hacer nada con ella es un desperdicio de transporte. Sobreprocesamiento si se puede consumir directamente en la fuente, y para el consumidor de información que espera mientras se revelan las diapositivas.

Las diapositivas brindan información incompleta e inexacta, además de tardía, lo que confunde las cuestiones. Tener una entrada incorrecta es un ejemplo de un problema sistémico. En otras palabras: basura que entra, basura que sale.

¿Qué pasaría si colectivamente invirtiéramos el tiempo en trabajar en los problemas en lugar de elaborar una narrativa de presentación en torno a ellos?

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